Voz en el Desierto
En
el año 2006, justamente cuando EnPower estaba en negociaciones con
varias Municipalidades en Costa Rica, (Limón, Liberia, Pérez
Zeledon y Puntarenas) el ing. Edmundo Abellán Villegas,
funcionario del IFAM, publica un artículo extenso sobre la
problematica de los desechos sólidos en el pais, del cual citamos la
parte que concierne a la incineración.
Aunque
el IFAM dirige sus actividades de fomento y capacitación hacia las
municipalidades, este artículo aparentemente no ha llegado al
conocimiento de los alcaldes y regidores, quienes con mucho
entusiasmo acogieron las ofertas y promesas de Enpower.
El
artículo completo se encuentra en el internet:
Finca donde pretenden construir la planta |
"El
sistema de manejo de desechos sólidos
Un
problema complejo que requiere de una solución integral
Ing.
Edmundo Abellán Villegas 2006
Incineración
Algunos
países desarrollados han incorporado dentro de sus procesos de
tratamiento intermedio la incineración de desechos no reciclables.
Esta práctica, les ha permitido disminuir hasta en un 90 % el
volumen total de los desechos recolectados, sin embargo, a costos muy
altos, no solo en el plano económico, sino en lo social y en salud
pública.
Hoy
en día, la incineración es objeto de una gran discusión de parte
de la comunidad científica mundial, básicamente por la generación
asociada a esta práctica de dioxinas y furanos y su eventual
relación con distintas enfermedades.
Las
dioxinas son el contaminante más conocido asociado a los
incineradores. Causan una gran variedad de problemas en la salud,
incluyendo cáncer, daños al sistema inmunológico y problemas
reproductivos y en el desarrollo. Las dioxinas se biomagnifican, lo
que significa que pasan a través de la cadena alimentaria desde la
presa al predador, concentrándose en los productos a base de carne y
lácteos y, finalmente, en los humanos.
Según
miembros del Comité Científico de la Dirección General de Salud de
la Unión Europea, a la incineración se le menciona como la
principal fuente de dioxinas y furanos en todo el planeta, elementos,
que junto a los derivados de diferentes actividades industriales,
forman una familia de sustancias conocidas como Contaminantes
Orgánicos Tóxicos Persistentes y por sus siglas COTP, sustancias
consideradas de gran peligro por su potencial efecto tóxico para los
seres vivos.
Si
bien este artículo no pretende fundamentar determinada posición en
esta discusión, personalmente pude apreciar proyectos de
incineración operando dentro de parámetros de generación de
emisiones muy exigentes, lo cual implica alcanzar temperaturas
superiores a los 800°C y provistos de sistemas de enfriamiento muy
violentos –pues las dioxinas se vuelven a crear en procesos de
enfriamiento lentos-,pero con una inversión inicial de varias
centenas de veces el presupuesto anual de la Municipalidad de San
José y operando bajo sistemas de monitoreo de las emisiones muy
complejos e igualmente costosos, que considero fuera de nuestra
realidad nacional.
También,
pude observar el abandono de gran cantidad de plantas de
incineración, producto de cambios en los estándares de emisión
permitidos y que obligó a introducir cambios tecnológicos
importantes para cumplir con normas más rigurosas, los cuales, no se
pudieron alcanzar en la mayoría de plantas instaladas. No está
lejano el día -si es que esto aún no se ha dado-, en que algún
“empresario” opte por traer estas plantas y convenza a algún
político para colaborar con el tradicional “lobby” y que muy
pronto, estemos ante un proyecto de “incineración” en nuestro
país."
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