INCINERACIÓN versus RECICLAJE
En otra ocasión ya tratamos la ilusión alquimista que en el proceso de la combustión la basura se transforme en energía.
En otra ocasión ya tratamos la ilusión alquimista que en el proceso de la combustión la basura se transforme en energía.
Ahora, para
concretizar la discusión, una
sencilla lección sobre los ingredientes de los desechos sólidos
municipales.
Preguntémonos
cuáles son los ingredientes que se queman en los incineradores. Los
propagandistas de esta tecnología, igual como las amas de casa, suelen
tratarlos revueltos.
Son: El vidrio y los metales, que no se puede quemar. Se puede reciclar,
depositar o botarlos en los ríos. En las instalaciones de las plantas de incineración se puede reciclarlos pero: No tienen nada que ver con la
incineración. (En éstas también se puede intonar el himno nacional.)
Después
son los desechos de comida y papel, materiales orgánicos, que por su
alto contenido de agua y bajo valor calórico son de muy poco interés
para la producción de energía. Su uso en la producción de compost
es de mucho más provecho.
Quedan
la gran variedad de plásticos, las llantas y los aceites negros, todos
derivados de hidrocarburos. Son los que hacen factible y rentable
la indústria de incineración.
Entonces:
ante la alternativa de quemar o reciclar plásticos véamos primero sus efectos al
calentamiento de la atmósfera.
Los
especialistas en incineración siempre destacan que al quemarlos se economiza la misma cantidad de hidrocarburos,
que sería necesaria para producir la cantidad correspondiente de
energía con petroleo. Así, (a pesar de producir inevitablemente los gases "invernaderos“ que se originan de la combustión de los plásticos), la incineración de
plásticos para producir energía es "carbono neutral“. (Quemarlos sín producir energía sería igual de nocivo como quemar petroleo.)
Ahora
véamos la otra opción: reciclar los plásticos. Igualmente
se “economiza“ la cantidad de hidrocarburos (petroleo)
necesitada para sustituir los materiales necesarios para producir nuevos galones, bolsas etc.
Además
al reciclarlos todavía se puede volver a reciclarlos, pero no se
puede quemarlos otra vez. Al depositarlos en rellenos sanitarios la
emisión de CO2 y CO se retrasa por muchísimos años.
En
suma: Para frenar el calentamiento la relativa ventaja de incineración al reciclaje es un
mito.
Segundo: Véamos
los efectos nocivos de los demás gases que se producen en la
combustión de plásticos. La gran mayoría de plásticos son
compuestos con cloro. Al quemarlos se desarrollan gases compuestos
por C,H,O y Cl como las dioxinas. Una vez producidas, las dioxinas
son muy estables, bioacumulativas y difíciles de contener. Se quedan
en las tortas de filtros, que necesitan tratamiento en rellenos
especializados o simplemente se "diluyen" en la atmósfera. En cambio,
de un galon plástico estos gases no emanan ni al reusarlo,
ni al reciclarlo, ni al depositarlo. Resulta que también la "amigabilidad“ comparativa de la incineración es un mito.
No
significa que el reciclaje de los plásticos es la solución . Más bién hay que considerarlo como un "remedio mitigante“ del
capitalismo verde. Mucho mejor reducirlos, renunciando a gran parte
de la cochinada plástica que se ofrece en el mercado global.
No hay comentarios:
Publicar un comentario